Hola a tod@s!
Esta semana me gustaría hablar de un tema profundo que me toca bastante y creo que no soy la única: el miedo a la soledad desde que vivo fuera.
Siempre he sido muy independiente y me ha gustado mucho estar sola en mi habitación con mis cosas. Pero desde que llegué a Cáceres todo ha cambiado. Ahora siempre busco estar haciendo algo, distraer la mente, estar rodeada de gente y odio estar sola. No me gusta el momento de volver de la universidad y comer sola, aunque antes eso me encantase. No me gusta nada estar sola en el salón o en mi habitación. No me gusta dar un paseo sola. Más bien, no me gusta el silencio que da espacio a tantos pensamientos.
Pero en el pueblo es distinto. Se respira otro ambiente y aunque no disfruto tanto como antes la soledad, tampoco la sufro tanto como en la ciudad.
Antes siempre anhelaba el día en el que pudiese irme de casa para estar a mi rollo y ahora echo de menos comer con mi familia, llegar y que mi madre me reciba con un "¿qué tal hoy'", poder ver a mi abuelo siempre que quiera, que mi casa sea mi casa.
Porque aunque vuelva los findes, no es lo mismo. No me vuelvo a acostumbrar otra vez y siento que estoy entre medias de Cáceres y mi pueblo, sin pertenecer a ninguno de los dos.
Aún así, este sentimiento no es permanente. Es más bien una etapa a la vez que una oportunidad de conocernos mejor. Algunas cosas que me ayudan a sobrellevarlo mejor son:
- Aceptar ese sentimiento y hablarlo con alguien de confianza.
- Crear pequeñas rutinas.
- Hacer cosas que me gusten sola (ir de compras, hacer deporte, cocinar).
- Darle a mi habitación mi esencia (velas, fotos, decoración).
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